miércoles, 7 de octubre de 2009

¿DEBE LA MUJER CRISTIANA CUIDAR SU FORMA DE VESTIR?

“Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón”
(Mateo 5:27-28)
A mediados de los años ochentas apareció un grupo de tres cantantes mexicanas denominado Flans. Como todos los grupos musicales su éxito fue muy efímero y pronto pasó. Sin embargo, causó revuelo entre la juventud con una canción titulada “No Controles” y se refería expresamente a la vestimenta y a que nadie tiene el derecho a controlar en la mujer su forma de vestir. La juventud de hoy se viste como le da la gana y enarbola la bandera de la libertad. Su lema es ¿Qué tiene que ver mi ropa? ¡A nadie debe importarle mi forma de vestir! ¡Cada cual es libre de vestirse como le plazca con tal de que se sienta cómodo! Pero, ¿Es esa filosofía aplicable también para la mujer cristiana? ¿Deben las hijas de Dios preocuparse por su forma de vestir?
¡Por supuesto que sí! La mujer creyente en Cristo, ya sea adulta o joven, debe buscar vestirse de tal manera que glorifique a Dios. La ropa que una mujer cristiana debe usar debe tener tres características según el apóstol Pablo dice: “Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos”
(1 Timoteo 2:9).

1. La forma de vestir de una mujer cristiana debe ser con decoro. (1 Timoteo 2:9a).
Según el diccionario, decoro significa honor, respeto que se debe a una persona, recato,
circunspección, pureza, honestidad, decencia. Bien traduce la versión Reina Valera Revisada 1909:
“Asimismo también las mujeres, ataviándose en hábito honesto, con vergüenza y modestia...” Y la Versión Popular dice: “Y que las mujeres se vistan decentemente, con modestia y sencillez”. La ropa que use usted amada hermana, debe ser de tal forma que refleje su espiritualidad porque su vestimenta refleja una actitud aunque en el fondo usted no sea así. La Biblia nos enseña que Judá, el hijo de Jacob, confundió a su nuera Tamar con una ramera tan solo por su vestimenta: “Entonces se quitó ella los vestidos de su viudez, y se cubrió con un velo, y se arrebozó, y se puso a la entrada de Enaim junto al camino de Timnat... y la vio Judá y la tuvo por ramera...”
(Génesis 38:15-16).
Esto nos confirma la gran verdad de que cada persona envía un mensaje a los demás con su tipo de vestido. Sí. Las vestiduras envían un mensaje.

¿DEBE LA MUJER CRISTIANA CUIDAR SU FORMA DE VESTIR?”. MATEO 5:27-28… ¼

¿Cuál será el tipo de mensaje que usted envía a los demás con su forma de vestir? ¿Será positivo?
¿Será negativo?
Quizá, mis amadas hermanas, piensen que este mensaje es un ataque machista en despoblado. Pero no es así. Es la sincera preocupación de un pastor que observa como se incrementa la costumbre entre nuestras hermanas de vestir sin decoro, sin pudor, sin modestia, sin recato. Y no es un ataque, mucho menos una condena, pero lo cierto es que algunas damitas de nuestra congregación se visten con minifalda, o con vestidos con un escote muy revelador o una abertura muy pronunciada. Las jovencitas traen blusas sostenidas con apenas unos tirantes y pantalones muy ajustados que ahora se usan a la cadera, que de frente muestran el ombligo, y cuando se sientan por la parte de atrás se les ven los “principios”. Esa, queridas hermanas, señoritas, jovencitas, no es la manera de vestir de una mujer cristiana.

2. La forma de vestir de una mujer cristiana debe ser con pudor. (1 Timoteo 2:9b).
Es decir con castidad, moderación, reserva, vergüenza, dice el diccionario. Yo añadiría con santidad.
La santidad comprende dos cosas: Por un lado refleja lo que hay dentro de cada uno y por otro lado se refiere a la reacción que se provoca en los demás.
La forma de vestir no solo envía un mensaje a los que nos rodean, también habla de lo que verdaderamente hay en nuestro interior.
Si usted, amada hermana, se viste muy provocativa usted está diciendo lo que hay en su interior, en su corazón. Dios dice en su palabra que si una mujer se viste así es por soberbia, por orgullo, porque quiere llamar la atención sobre sí.
La mujer cristiana no debe vestirse de tal forma buscando que la vean. Déjenme escribir lo que dice la versión Nuevo Testamento Nueva Vida de Editorial Mundo Hispano: “Las mujeres cristianas no deben vestirse ni peinarse el cabello de tal modo que las mire la gente. No deben llevar mucho oro, perlas, ni ropa que cuesta mucho dinero. En lugar de ello, las mujeres cristianas deben distinguirse por sus buenas obras y su vida honesta” (1 Timoteo 2:9-10).
La hija de Dios debe vestirse con pudor, reflejando un buen testimonio en su vestidura.
Si una mujer se viste muy provocativa, si muestra parte de sus senos, parte de su espalda, parte de sus piernas, o deja entrever su sostén, lo único que logrará es que las personas del sexo opuesto la codicien y adulteren con ella en su corazón.
Nuestro Señor Jesucristo enseñó: “Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón” (Mateo 5:27-28).
Al meditar en los Diez Mandamientos, los primeros nueve se refieren a cosas que son evidentes delante de los hombres, pero el último trata de un pecado que solo Dios puede ver: La codicia. Si leemos el décimo mandamiento en la versión de Deuteronomio notaremos que lo primero que nuestro Dios nos prohíbe codiciar es a la mujer: “No codiciarás a la mujer de tu prójimo...”
(Deuteronomio 5:21).
Juan dice que los pecados pueden clasificarse en tres grandes grupos: “... los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida...” (1 Juan 2:16). Así que una buena parte de los pecados que el hombre comete es a través de los ojos.
Tiene mucha razón el apóstol Pedro cuando dice: “Tienen los ojos llenos de adulterio, no se sacian de pecar, seducen a las almas inconstantes, tienen el corazón habituado a la codicia, y son hijos de maldición” (2 Pedro 2:14).
Así que el vestir de toda cristiana debe ser de santidad. Que refleje la santidad que hay en ella y que invite a todos los demás a la santidad.

“¿DEBE LA MUJER CRISTIANA CUIDAR SU FORMA DE VESTIR?”. MATEO 5:27-28… 2/4
Es interesante observar que la amonestación del apóstol Pablo en 1 Timoteo 2:9 se refiere concretamente a la manera de vestir de la mujer en el culto, particularmente el culto de oración.
Notemos que él se dirige a las mujeres, quizá porque desde aquellos tiempos, las mujeres ya llamaban la atención de los hombres en el culto.
Este pasaje a Timoteo, parece sugerir que Pablo estaba preocupado por el desbordamiento emocional de las mujeres cristianas de esa generación. Habían sido liberadas de la esclavitud de tantas leyes judías, que ahora se estaban liberando incluso en su manera de vestir en el templo. Para el apóstol Pablo, el hecho de que las mujeres buscaran atraer la atención de los hombres hacia sus cuerpos reflejaba un problema de carácter tanto emocional como espiritual. Como que no iba de acuerdo la sencillez del evangelio con su manera de vestir. Timoteo, como pastor joven debía enseñar a su congregación que las mujeres en su forma de vestir deben reflejar su experiencia de fe en Jesucristo y esto se logra con una conducta respetable y santa y no andar a la moda.
Permítanme compartirles el pensamiento de varios eminentes comentaristas que tratan de interpretar el sentir de Pablo con relación a la forma de vestir de la mujer cristiana:
Adam Clark dice que Pablo quería evitar las extravagancias de aquellas mujeres que con poco decoro procuraban atraer la atención de los hombres en el culto.
Matthew Henry dice que la mujer debe presentarse en el culto de acuerdo a la piedad y al respeto que siente por Dios.
Collantes afirma que la mujer no debe desprestigiar su fe por su manera de vestir. Pablo no condena el adorno, sino lo que raya en la ostentación.
Barclay dice que el amor al vestir puede estorbar la adoración.
E. Earley se pronuncia en contra de vestir caro y llamativo, pues es evidencia de inmadurez espiritual. Para Pablo, la santidad, la modestia, el amor y las buenas obras son característicos de toda mujer cristiana.
Henry H. Halley considera que Pablo está amonestando la ostentación al vestir y la intención de la mujer de vestirse como el hombre.
Rayrie piensa que el vestido respetable y honesto refleja una vida llena de piedad.
Finalmente Bonnet es más duro en su apreciación porque considera que es escandaloso que una mujer se vista provocativamente si es que profesa la piedad. Quien busca atraer las miradas con el lujo y la moda, es esclava de la moda.
Esto es lo que piensan reconocidos teólogos, pero ¿Qué piensan los hombres dentro de las iglesias?
El pastor Jorge Clark Ramírez Garza de la I. B. Príncipe de Paz de Monterrey, N. L. hizo una encuesta entre treinta y cinco varones de diversas iglesias bautistas en esa ciudad. El 17% fueron jóvenes hasta 20 años; el 34% de 20 a 30 años; el 29% de 30 a 40 años y el 20% de más de 40 años de edad.
He aquí los resultados: (1) ¿Les inquieta ver a las hermanas con minifalda? El 77% sí; el 23% no. (2)

¿Les distrae ver a las hermanas con las piernas semidescubiertas frente a ustedes?

El 70% sí; el 30% no. (3) ¿Les distraen los escotes pronunciados de las hermanas? 77% sí; 23% no. (4) ¿Tienen problemas para disciplinarse al ver a las hermanas con pantalones muy ajustados? El 40% sí; el 60% no. (5) ¿Distrae la concentración en el culto el hecho de que las hermanas muestren sus piernas o sus escotes? El 88.5% sí; el 11.5% no. (6) Considera que la ropa ha sido diseñada para el gusto de:
68.5% los hombres; 31.5% las mujeres. (7) ¿Prefieren que las hermanas, tanto adultas como jóvenes se vistan con mayor recato en los cultos? El 94% sí; el 6% no opinaron. (8) ¿Han comentado este problema entre los miembros de su familia? 54% dijeron sí; el 23% dijeron no; y el otro 23% no contestaron.
Esto refleja que sí es un problema serio la forma de vestir de la mujer en el culto.


¿DEBE LA MUJER CRISTIANA CUIDAR SU FORMA DE VESTIR?”. MATEO 5:27-28… 3/4

3. La forma de vestir de una mujer cristiana debe ser con modestia. (1 Timoteo2:9c)
La modestia es la virtud que nos impide hablar, pensar o actuar orgullosamente. Es la ausencia de la ostentación y el lujo.
Es interesante examinar nuestro versículo de 1 Timoteo 2:9 en todas las versiones de la Biblia y observar que todas contienen esta palabra: Modestia. La Reina Valera Revisada 1960, 1977 y 1995 y la Biblia de las Américas dicen: “Decorosa, con pudor y modestia”. La Nueva Versión Internacional dice: “Decorosamente con modestia y recato”. La Versión Moderna dice: “Modesto, con recato y sobriedad”. La Versión Reina Valera Revisada 1909 dice: Honesto, con vergüenza y modestia”. Y la Versión Popular Dios Habla Hoy dice: “Decentemente, con modestia y sencillez”.
En otras palabras el cristiano no debe buscar la vanagloria en su forma de vestir.
El cristiano debe evitar vestirse como lo hacen los demás en el mundo.
Nuestro Señor Jesucristo enseñó que los creyentes en ÉL somos luz, sal y levadura. Es decir, cosas que para influir en los demás necesitan penetrar. La luz debe penetrar en las tinieblas, la sal debe penetrar en los alimentos, la levadura debe penetrar en la masa para leudarla. Así los cristianos, deben penetrar en el mundo e influir en él. Pero si en lugar de ello, el mundo penetra en los cristianos y por consecuencia, en la iglesia, entonces estamos muy lejos de cumplir el propósito de nuestro Dios. Pero nosotros, como cristianos no debemos andar como el mundo, porque somos hijos de Dios, somos un pueblo especial para Dios.
Sigamos adelante en el progreso de nuestra espiritualidad como creyentes en Cristo. La santidad conviene a nuestras personas, y ésta no solo es interior, sino también exterior. La Palabra de Dios dice: “No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida, no provienen del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre” (1 Juan 2:15-17). Ojala usted tome la mejor decisión y se vista con ropa decorosa, con pudor y modestia, como conviene a los santos! ¡Así sea! ¡Amén!

PREGUNTA:
¿Cómo debe vestir, usar el cabello y arreglarse la mujer de hoy para estar conforme a la voluntad de Dios y ser de buen testimonio? Por cuestiones de ubicación laboral, he tenido que asistir a otra iglesia muy conservadora en esto y al parecer ellos esperan que yo cambie mi vestuario y arreglo. ¿Qué espera Dios de mí?

RESPUESTA:
Hay iglesias que han tomado un punto exagerado en cuanto a lo que el apóstol Pablo enseña en 2 Co.6:17-18, en referencia a la “separación del mundo” que Dios nos pide. Por ejemplo, el que fuma, toma, baila, y va al cine, etc., no puede ser convertido. Esto se llama “legalismo”, la imposición de ciertas reglas obligatorias para ser cristiano. Tales iglesias presentan un conflicto entre lo que es “gracia” y lo que es “ley”. El libro de Gálatas trata el tema. No nos salvamos por obedecer la ley, sino por la gracia que Dios nos ofrece en Jesucristo. No es lo que uno hace que le salva, sino lo que hizo Jesucristo por nosotros los pecadores (véase Ro. 5:20-21). Ahora, el creyente aprende a desprenderse de esas costumbres que son “mundanas”, por decir; pero lo que le salva es lo que hizo Cristo por él, nunca porque obedeció ciertas reglas humanas.
Es casi cierto que la iglesia “conservadora” a que usted asiste usa como base para su enseñanza sobre el atavío de la mujer, 1 Timoteo 2:9-10: Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos, sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad.
Para simplificar la respuesta, lo que voy hacer es enviarle el mejor comentario que he podido encontrar sobre estos textos. Creo que le será satisfactorio y le explicará claramente lo que Dios espera de usted. Si tiene alguna pregunta adicional, por favor escríbanos. Espero que la explicación dada le de descanso a su mente y alma.

I Timoteo 2:9
Igualmente, que las mujeres se adornen con traje adornado de modestia y buen juicio.
(Del libro Comentario al Nuevo Testamento: 1 y 2 Timoteo y Tito)

La palabra igualmente muestra que Pablo está continuando sus observaciones en relación con la conducta en el culto público. Así como los hombres deben hacer los preparativos necesarios, de modo que con corazón apercibido y sin disposición previa hacia el mal "vayan a la iglesia", capaces de levantar manos santas, así también las mujeres deben dar evidencia de si mismo espíritu de santidad, y deben mostrar esto cuando todavía están en casa, preparándose para asistir al culto.
Entonces, deben "adornarse con traje adornado". Para reproducir la aliteración del original habría que usar dos veces la palabra adorno. Reconocemos que la aliteración no siempre puede reproducirse sin cambiar el sentido del original. En este caso, sin embargo, podría retenerse en la traducción pero a fuerza de que parezca redundancia. Tales referencias son de poco valor cuando el adjetivo modifica un sustantivo que no se refiere a carácter sino a un "vestido". En este caso, el sentido más literal "adornado" se impone por sí mismo. Entonces las mujeres deben adornarse con traje adornado, esto es decoroso.

Por lo tanto, es claro que el apóstol no condena el deseo de muchachas y mujeres deseo puesto en sus almas por su Hacedor de adornarse, de ser "de buen gusto". Pero si el vestido de la mujer ha de ser verdaderamente tal cosa, debe expresar modestia y buen sentido. Por eso Pablo escribe: "con traje adornado con modestia y buen juicio". Modestia indica un sentido de vergüenza, temor de traspasar los límites de la decencia; por eso, reserva propia. La palabra siguiente, que hemos traducido buen juicio, significa literalmente pureza mental. Al vestirse para ir a la iglesia las mujeres deben poner en práctica el sentido común. Deben vestirse con un atavío sensato. No deben tratar de exhibirse, de "causar furor", usando ropa llamativa como para que las demás sientan envidia de ellas. Debieran adornarse, sin duda. No tienen que resistirse a la moda, salvo que una moda específica sea inmoral o indecente. No deben tener un aspecto pasado de moda, estrafalario o excéntrico. Deben recordar siempre que a veces el corazón orgulloso se esconde tras una máscara de pretendida modestia. Eso también es pecado. Hay que evitar cuidadosamente los extremos. Eso es lo que implica el "buen juicio". El vestido debe expresar la modestia interior y la sana perspectiva de la vida, la perspectiva cristiana. Aplicado a nuestro tiempo y era, esto significa que las famosas líneas de Pope deben ser consideradas con cuidado. Contienen materia de reflexión: No seas la primera en probar lo novedoso, ni la última en abandonar lo que es añoso.

Ahora bien, adornarse con vestido adornado de modestia y buen juicio significará que la mujer no se adornará con trencillas y oro, ni con perlas o vestidos costosos.
Pablo ha sido criticado severamente por estas palabras, como si no quisiera que los miembros del bello sexo tengan la mejor de las apariencias. Se ha señalado: "¡Pensar que aun se opone a las trencillas! ¿Qué tienen de malo?" Sin embargo, esas críticas son injustas totalmente. La misma combinación de la palabra "trencillas" con "oro o perlas o vestidos costosos" debiera bastar para informar al lector que el apóstol está pensando en el pecado de la extravagancia en el adorno exterior. En cuanto a las "trencillas", no es el sentido que bajo cualquiera y ante toda circunstancia las mujeres de todas las generaciones futuras están bajo la prohibición de usar el cabello trenzado. De ningún modo. Deben tenerse presentes los siguientes puntos:

a) Considerando el contexto (véase v. 10) Pablo quiere decir esto: La mujer cristiana debe comprender que su verdadero adorno no es de peluquería o joyería, o de un atavío espléndido o algo por el estilo, sino algo más, que el apóstol está por mencionar, a saber, el hacer buenas obras que son el fruto del carácter que ha sido transformado por el Espíritu Santo.
b) Pero, ¿qué de estas trencillas que eran populares en el mundo del tiempo de Pablo? No se fijaban en gastos para hacerlas deslumbrantes. Realmente resplandecían. Las trenzas se sostenían con peines de carey enjoyados, o por medio de broches de marfil o plata. O eran alfileres de bronce con sus cabezas enjoyadas, mientras más variados y caros, mejor. Las cabezas de los alfileres con frecuencia eran imágenes en miniatura (un animal, una mano humana, un ídolo, la figura femenina, etc.). En aquellos días, las trencillas con frecuencia costaban una fortuna. Eran un artículo de lujo. La mujer cristiana está ante la advertencia de no ceder a tales extravagancias.

Igualmente, la mujer que es creyente debe tratar de no hacerse notar mediante una vana exhibición de ornamentos de oro. Además, no deberá anhelar las perlas, obtenidas (en aquel tiempo) en el Golfo Pérsico o en el Océano Indico. Con frecuencia tenían precios fabulosos y estaban fuera del alcance del poder comprador del promedio del miembro de la iglesia. A fin de obtener una perla de gran precio, un mercader tendría que vender todas sus posesiones (Mt. 13:46). Sin embargo, alguien que vivía en los tiempos de Pablo dijo: "He visto a Lolia Paulina (esposa del emperador Calígula) cubierta con esmeraldas y perlas que brillaban sobre su cabeza, cabello, oídos, cuello y dedos, con un valor superior al de un millón de dólares".
La mujer de fe no (o no debiera, por lo menos) anhelar vestidos costosos, por ejemplo un vestido caro y ostentoso. La túnica o manto usado por las damas se parecía a la toga del hombre. Sin embargo, era producto de una artesanía más fina y se caracterizaba por una ornamentación más rica, y una mayor variedad de colores.
El exhibicionismo vano de parte de la mujer era y es ofensivo a lo que es mejor en el gusto oriental. Lo que es más importante, también ofende al Creador. En una mujer que profesa ser creyente, esa búsqueda del culto a la belleza y el adorno personal es do-blemente impropia. Ofende al Creador y al Rendentor. Véase también Is. 3:16-24 y 1 P 3:3,,4. Aunque es siempre incorrecto, es más reprensible en una mujer que se está preparando para ir a la iglesia; porque el vestido ostentoso malamente cuadra con el corazón contrito y humillado, el corazón que agrada a Dios en el servicio de la Palabra y los sacramentos.
10"Quiero, pues, que... las mujeres se adornen... no con trencillas y oro, perlas o vestidos costosos, sino — como es propio de mujeres que profesan ser temerosas de Dios — (que se adornen) por medio de buenas obras”.
El adorno genuino de la mujer se logra por medio de la realización de buenas obras (cf. 1 Ti. 6:11,18; 2 Ti. 2:22; 3:17). La divina gracia da existencia al árbol de la fe en que se producen estas buenas obras como tantos otros frutos. Esa es la doctrina del apóstol tanto aquí en las Pastorales (Tit. 2:11-14; 3:4-8) como en otros lugares (Gá. 5:22-24; Ef. 2:10). Ahora bien, lo apropiado para la mujer es que se adorne por medio de buenas obras, por cuanto profesan ser temerosas de Dios. Literalmente, Pablo dice: "que profesan temor-de-Dios". El verbo traducido profesan tiene el sentido básico de transmitir un mensaje en voz alta, claramente; y de allí, proclamar. Dicha proclamación puede ser en la forma de una promesa o de una profesión; generalmente la primera (Mr. 4:11; Hch. 7:5; Ro. 4:21; Gá. 3:19; Tit. 1:2; Heb. 6:13; 10:23; 11:11; 12:26; Stg. 1:12; 2:5; 1 Jn. 2:25), pero aquí y en 1 Ti.6:21 se aplica el segundo sentido. El sustantivo traducido lit, temor de Dios (véase LXX: Gn. 20:11) no aparece en otro lugar en el N.T.; pero véase el adjetivo en Jn 9:31.
Toda la idea nos recuerda de inmediato 1 P 3:3,4: "Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de YHVH".
“¿DEBE LA MUJER CRISTIANA CUIDAR SU FORMA DE VESTIR?

“Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón”
(Mateo 5:27-28)
A mediados de los años ochentas apareció un grupo de tres cantantes mexicanas denominado Flans. Como todos los grupos musicales su éxito fue muy efímero y pronto pasó. Sin embargo, causó revuelo entre la juventud con una canción titulada “No Controles” y se refería expresamente a la vestimenta y a que nadie tiene el derecho a controlar en la mujer su forma de vestir. La juventud de hoy se viste como le da la gana y enarbola la bandera de la libertad. Su lema es ¿Qué tiene que ver mi ropa? ¡A nadie debe importarle mi forma de vestir! ¡Cada cual es libre de vestirse como le plazca con tal de que se sienta cómodo! Pero, ¿Es esa filosofía aplicable también para la mujer cristiana? ¿Deben las hijas de Dios preocuparse por su forma de vestir?
¡Por supuesto que sí! La mujer creyente en Cristo, ya sea adulta o joven, debe buscar vestirse de tal manera que glorifique a Dios. La ropa que una mujer cristiana debe usar debe tener tres características según el apóstol Pablo dice: “Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos” (1 Timoteo 2:9).

1. La forma de vestir de una mujer cristiana debe ser con decoro. (1 Timoteo 2:9a).
Según el diccionario, decoro significa honor, respeto que se debe a una persona, recato,
circunspección, pureza, honestidad, decencia. Bien traduce la versión Reina Valera Revisada 1909:
“Asimismo también las mujeres, ataviándose en hábito honesto, con vergüenza y modestia...” Y la Versión Popular dice: “Y que las mujeres se vistan decentemente, con modestia y sencillez”. La ropa que use usted amada hermana, debe ser de tal forma que refleje su espiritualidad porque su vestimenta refleja una actitud aunque en el fondo usted no sea así. La Biblia nos enseña que Judá, el hijo de Jacob, confundió a su nuera Tamar con una ramera tan solo por su vestimenta: “Entonces se quitó ella los vestidos de su viudez, y se cubrió con un velo, y se arrebozó, y se puso a la entrada de Enaim junto al camino de Timnat... y la vio Judá y la tuvo por ramera...” (Génesis 38:15-16).
Esto nos confirma la gran verdad de que cada persona envía un mensaje a los demás con su tipo de vestido. Sí. Las vestiduras envían un mensaje.

“¿DEBE LA MUJER CRISTIANA CUIDAR SU FORMA DE VESTIR?”. MATEO 5:27-28… ¼

¿Cuál será el tipo de mensaje que usted envía a los demás con su forma de vestir? ¿Será positivo?
¿Será negativo?
Quizá, mis amadas hermanas, piensen que este mensaje es un ataque machista en despoblado. Pero no es así. Es la sincera preocupación de un pastor que observa como se incrementa la costumbre entre nuestras hermanas de vestir sin decoro, sin pudor, sin modestia, sin recato. Y no es un ataque, mucho menos una condena, pero lo cierto es que algunas damitas de nuestra congregación se visten con minifalda, o con vestidos con un escote muy revelador o una abertura muy pronunciada. Las jovencitas traen blusas sostenidas con apenas unos tirantes y pantalones muy ajustados que ahora se usan a la cadera, que de frente muestran el ombligo, y cuando se sientan por la parte de atrás se les ven los “principios”. Esa, queridas hermanas, señoritas, jovencitas, no es la manera de vestir de una mujer cristiana.

2. La forma de vestir de una mujer cristiana debe ser con pudor. (1 Timoteo 2:9b).
Es decir con castidad, moderación, reserva, vergüenza, dice el diccionario. Yo añadiría con santidad.
La santidad comprende dos cosas: Por un lado refleja lo que hay dentro de cada uno y por otro lado se refiere a la reacción que se provoca en los demás.
La forma de vestir no solo envía un mensaje a los que nos rodean, también habla de lo que verdaderamente hay en nuestro interior.
Si usted, amada hermana, se viste muy provocativa usted está diciendo lo que hay en su interior, en su corazón. Dios dice en su palabra que si una mujer se viste así es por soberbia, por orgullo, porque quiere llamar la atención sobre sí.
La mujer cristiana no debe vestirse de tal forma buscando que la vean. Déjenme escribir lo que dice la versión Nuevo Testamento Nueva Vida de Editorial Mundo Hispano: “Las mujeres cristianas no deben vestirse ni peinarse el cabello de tal modo que las mire la gente. No deben llevar mucho oro, perlas, ni ropa que cuesta mucho dinero. En lugar de ello, las mujeres cristianas deben distinguirse por sus buenas obras y su vida honesta” (1 Timoteo 2:9-10).
La hija de Dios debe vestirse con pudor, reflejando un buen testimonio en su vestidura.
Si una mujer se viste muy provocativa, si muestra parte de sus senos, parte de su espalda, parte de sus piernas, o deja entrever su sostén, lo único que logrará es que las personas del sexo opuesto la codicien y adulteren con ella en su corazón.
Nuestro Señor Jesucristo enseñó: “Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón” (Mateo 5:27-28).
Al meditar en los Diez Mandamientos, los primeros nueve se refieren a cosas que son evidentes delante de los hombres, pero el último trata de un pecado que solo Dios puede ver: La codicia. Si leemos el décimo mandamiento en la versión de Deuteronomio notaremos que lo primero que nuestro Dios nos prohíbe codiciar es a la mujer: “No codiciarás a la mujer de tu prójimo...”
(Deuteronomio 5:21).
Juan dice que los pecados pueden clasificarse en tres grandes grupos: “... los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida...” (1 Juan 2:16). Así que una buena parte de los pecados que el hombre comete es a través de los ojos.
Tiene mucha razón el apóstol Pedro cuando dice: “Tienen los ojos llenos de adulterio, no se sacian de pecar, seducen a las almas inconstantes, tienen el corazón habituado a la codicia, y son hijos de maldición” (2 Pedro 2:14).
Así que el vestir de toda cristiana debe ser de santidad. Que refleje la santidad que hay en ella y que invite a todos los demás a la santidad.

“¿DEBE LA MUJER CRISTIANA CUIDAR SU FORMA DE VESTIR?”. MATEO 5:27-28… 2/4
Es interesante observar que la amonestación del apóstol Pablo en 1 Timoteo 2:9 se refiere concretamente a la manera de vestir de la mujer en el culto, particularmente el culto de oración.
Notemos que él se dirige a las mujeres, quizá porque desde aquellos tiempos, las mujeres ya llamaban la atención de los hombres en el culto.
Este pasaje a Timoteo, parece sugerir que Pablo estaba preocupado por el desbordamiento emocional de las mujeres cristianas de esa generación. Habían sido liberadas de la esclavitud de tantas leyes judías, que ahora se estaban liberando incluso en su manera de vestir en el templo. Para el apóstol Pablo, el hecho de que las mujeres buscaran atraer la atención de los hombres hacia sus cuerpos reflejaba un problema de carácter tanto emocional como espiritual. Como que no iba de acuerdo la sencillez del evangelio con su manera de vestir. Timoteo, como pastor joven debía enseñar a su congregación que las mujeres en su forma de vestir deben reflejar su experiencia de fe en Jesucristo y esto se logra con una conducta respetable y santa y no andar a la moda.
Permítanme compartirles el pensamiento de varios eminentes comentaristas que tratan de interpretar el sentir de Pablo con relación a la forma de vestir de la mujer cristiana:
Adam Clark dice que Pablo quería evitar las extravagancias de aquellas mujeres que con poco decoro procuraban atraer la atención de los hombres en el culto.
Matthew Henry dice que la mujer debe presentarse en el culto de acuerdo a la piedad y al respeto que siente por Dios.
Collantes afirma que la mujer no debe desprestigiar su fe por su manera de vestir. Pablo no condena el adorno, sino lo que raya en la ostentación.
Barclay dice que el amor al vestir puede estorbar la adoración.
E. Earley se pronuncia en contra de vestir caro y llamativo, pues es evidencia de inmadurez espiritual. Para Pablo, la santidad, la modestia, el amor y las buenas obras son característicos de toda mujer cristiana.
Henry H. Halley considera que Pablo está amonestando la ostentación al vestir y la intención de la mujer de vestirse como el hombre.
Rayrie piensa que el vestido respetable y honesto refleja una vida llena de piedad.
Finalmente Bonnet es más duro en su apreciación porque considera que es escandaloso que una mujer se vista provocativamente si es que profesa la piedad. Quien busca atraer las miradas con el lujo y la moda, es esclava de la moda.
Esto es lo que piensan reconocidos teólogos, pero ¿Qué piensan los hombres dentro de las iglesias?
El pastor Jorge Clark Ramírez Garza de la I. B. Príncipe de Paz de Monterrey, N. L. hizo una encuesta entre treinta y cinco varones de diversas iglesias bautistas en esa ciudad. El 17% fueron jóvenes hasta 20 años; el 34% de 20 a 30 años; el 29% de 30 a 40 años y el 20% de más de 40 años de edad.
He aquí los resultados: (1) ¿Les inquieta ver a las hermanas con minifalda? El 77% sí; el 23% no. (2)

¿Les distrae ver a las hermanas con las piernas semidescubiertas frente a ustedes?

El 70% sí; el 30% no. (3) ¿Les distraen los escotes pronunciados de las hermanas? 77% sí; 23% no. (4) ¿Tienen problemas para disciplinarse al ver a las hermanas con pantalones muy ajustados? El 40% sí; el 60% no. (5) ¿Distrae la concentración en el culto el hecho de que las hermanas muestren sus piernas o sus escotes? El 88.5% sí; el 11.5% no. (6) Considera que la ropa ha sido diseñada para el gusto de:
68.5% los hombres; 31.5% las mujeres. (7) ¿Prefieren que las hermanas, tanto adultas como jóvenes se vistan con mayor recato en los cultos? El 94% sí; el 6% no opinaron. (8) ¿Han comentado este problema entre los miembros de su familia? 54% dijeron sí; el 23% dijeron no; y el otro 23% no contestaron.
Esto refleja que sí es un problema serio la forma de vestir de la mujer en el culto.



“¿DEBE LA MUJER CRISTIANA CUIDAR SU FORMA DE VESTIR?”. MATEO 5:27-28… 3/4

3. La forma de vestir de una mujer cristiana debe ser con modestia. (1 Timoteo2:9c)
La modestia es la virtud que nos impide hablar, pensar o actuar orgullosamente. Es la ausencia de la ostentación y el lujo.
Es interesante examinar nuestro versículo de 1 Timoteo 2:9 en todas las versiones de la Biblia y observar que todas contienen esta palabra: Modestia. La Reina Valera Revisada 1960, 1977 y 1995 y la Biblia de las Américas dicen: “Decorosa, con pudor y modestia”. La Nueva Versión Internacional dice: “Decorosamente con modestia y recato”. La Versión Moderna dice: “Modesto, con recato y sobriedad”. La Versión Reina Valera Revisada 1909 dice: Honesto, con vergüenza y modestia”. Y la Versión Popular Dios Habla Hoy dice: “Decentemente, con modestia y sencillez”.
En otras palabras el cristiano no debe buscar la vanagloria en su forma de vestir.
El cristiano debe evitar vestirse como lo hacen los demás en el mundo.
Nuestro Señor Jesucristo enseñó que los creyentes en ÉL somos luz, sal y levadura. Es decir, cosas que para influir en los demás necesitan penetrar. La luz debe penetrar en las tinieblas, la sal debe penetrar en los alimentos, la levadura debe penetrar en la masa para leudarla. Así los cristianos, deben penetrar en el mundo e influir en él. Pero si en lugar de ello, el mundo penetra en los cristianos y por consecuencia, en la iglesia, entonces estamos muy lejos de cumplir el propósito de nuestro Dios. Pero nosotros, como cristianos no debemos andar como el mundo, porque somos hijos de Dios, somos un pueblo especial para Dios.
Sigamos adelante en el progreso de nuestra espiritualidad como creyentes en Cristo. La santidad conviene a nuestras personas, y ésta no solo es interior, sino también exterior. La Palabra de Dios dice: “No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida, no provienen del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre” (1 Juan 2:15-17). Ojala usted tome la mejor decisión y se vista con ropa decorosa, con pudor y modestia, como conviene a los santos! ¡Así sea! ¡Amén!

PREGUNTA:
¿Cómo debe vestir, usar el cabello y arreglarse la mujer de hoy para estar conforme a la voluntad de Dios y ser de buen testimonio? Por cuestiones de ubicación laboral, he tenido que asistir a otra iglesia muy conservadora en esto y al parecer ellos esperan que yo cambie mi vestuario y arreglo. ¿Qué espera Dios de mí?

RESPUESTA:
Hay iglesias que han tomado un punto exagerado en cuanto a lo que el apóstol Pablo enseña en 2 Co.6:17-18, en referencia a la “separación del mundo” que Dios nos pide. Por ejemplo, el que fuma, toma, baila, y va al cine, etc., no puede ser convertido. Esto se llama “legalismo”, la imposición de ciertas reglas obligatorias para ser cristiano. Tales iglesias presentan un conflicto entre lo que es “gracia” y lo que es “ley”. El libro de Gálatas trata el tema. No nos salvamos por obedecer la ley, sino por la gracia que Dios nos ofrece en Jesucristo. No es lo que uno hace que le salva, sino lo que hizo Jesucristo por nosotros los pecadores (véase Ro. 5:20-21). Ahora, el creyente aprende a desprenderse de esas costumbres que son “mundanas”, por decir; pero lo que le salva es lo que hizo Cristo por él, nunca porque obedeció ciertas reglas humanas.
Es casi cierto que la iglesia “conservadora” a que usted asiste usa como base para su enseñanza sobre el atavío de la mujer, 1 Timoteo 2:9-10: Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos, sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad.
Para simplificar la respuesta, lo que voy hacer es enviarle el mejor comentario que he podido encontrar sobre estos textos. Creo que le será satisfactorio y le explicará claramente lo que Dios espera de usted. Si tiene alguna pregunta adicional, por favor escríbanos. Espero que la explicación dada le de descanso a su mente y alma.


I Timoteo 2:9
Igualmente, que las mujeres se adornen con traje adornado de modestia y buen juicio.
(Del libro Comentario al Nuevo Testamento: 1 y 2 Timoteo y Tito)

La palabra igualmente muestra que Pablo está continuando sus observaciones en relación con la conducta en el culto público. Así como los hombres deben hacer los preparativos necesarios, de modo que con corazón apercibido y sin disposición previa hacia el mal "vayan a la iglesia", capaces de levantar manos santas, así también las mujeres deben dar evidencia de si mismo espíritu de santidad, y deben mostrar esto cuando todavía están en casa, preparándose para asistir al culto.
Entonces, deben "adornarse con traje adornado". Para reproducir la aliteración del original habría que usar dos veces la palabra adorno. Reconocemos que la aliteración no siempre puede reproducirse sin cambiar el sentido del original. En este caso, sin embargo, podría retenerse en la traducción pero a fuerza de que parezca redundancia. Tales referencias son de poco valor cuando el adjetivo modifica un sustantivo que no se refiere a carácter sino a un "vestido". En este caso, el sentido más literal "adornado" se impone por sí mismo. Entonces las mujeres deben adornarse con traje adornado, esto es decoroso.

Por lo tanto, es claro que el apóstol no condena el deseo de muchachas y mujeres deseo puesto en sus almas por su Hacedor de adornarse, de ser "de buen gusto". Pero si el vestido de la mujer ha de ser verdaderamente tal cosa, debe expresar modestia y buen sentido. Por eso Pablo escribe: "con traje adornado con modestia y buen juicio". Modestia indica un sentido de vergüenza, temor de traspasar los límites de la decencia; por eso, reserva propia. La palabra siguiente, que hemos traducido buen juicio, significa literalmente pureza mental. Al vestirse para ir a la iglesia las mujeres deben poner en práctica el sentido común. Deben vestirse con un atavío sensato. No deben tratar de exhibirse, de "causar furor", usando ropa llamativa como para que las demás sientan envidia de ellas. Debieran adornarse, sin duda. No tienen que resistirse a la moda, salvo que una moda específica sea inmoral o indecente. No deben tener un aspecto pasado de moda, estrafalario o excéntrico. Deben recordar siempre que a veces el corazón orgulloso se esconde tras una máscara de pretendida modestia. Eso también es pecado. Hay que evitar cuidadosamente los extremos. Eso es lo que implica el "buen juicio". El vestido debe expresar la modestia interior y la sana perspectiva de la vida, la perspectiva cristiana. Aplicado a nuestro tiempo y era, esto significa que las famosas líneas de Pope deben ser consideradas con cuidado. Contienen materia de reflexión: No seas la primera en probar lo novedoso, ni la última en abandonar lo que es añoso.

Ahora bien, adornarse con vestido adornado de modestia y buen juicio significará que la mujer no se adornará con trencillas y oro, ni con perlas o vestidos costosos.
Pablo ha sido criticado severamente por estas palabras, como si no quisiera que los miembros del bello sexo tengan la mejor de las apariencias. Se ha señalado: "¡Pensar que aun se opone a las trencillas! ¿Qué tienen de malo?" Sin embargo, esas críticas son injustas totalmente. La misma combinación de la palabra "trencillas" con "oro o perlas o vestidos costosos" debiera bastar para informar al lector que el apóstol está pensando en el pecado de la extravagancia en el adorno exterior. En cuanto a las "trencillas", no es el sentido que bajo cualquiera y ante toda circunstancia las mujeres de todas las generaciones futuras están bajo la prohibición de usar el cabello trenzado. De ningún modo. Deben tenerse presentes los siguientes puntos:

a) Considerando el contexto (véase v. 10) Pablo quiere decir esto: La mujer cristiana debe comprender que su verdadero adorno no es de peluquería o joyería, o de un atavío espléndido o algo por el estilo, sino algo más, que el apóstol está por mencionar, a saber, el hacer buenas obras que son el fruto del carácter que ha sido transformado por el Espíritu Santo.
b) Pero, ¿qué de estas trencillas que eran populares en el mundo del tiempo de Pablo? No se fijaban en gastos para hacerlas deslumbrantes. Realmente resplandecían. Las trenzas se sostenían con peines de carey enjoyados, o por medio de broches de marfil o plata. O eran alfileres de bronce con sus cabezas enjoyadas, mientras más variados y caros, mejor. Las cabezas de los alfileres con frecuencia eran imágenes en miniatura (un animal, una mano humana, un ídolo, la figura femenina, etc.). En aquellos días, las trencillas con frecuencia costaban una fortuna. Eran un artículo de lujo. La mujer cristiana está ante la advertencia de no ceder a tales extravagancias.

Igualmente, la mujer que es creyente debe tratar de no hacerse notar mediante una vana exhibición de ornamentos de oro. Además, no deberá anhelar las perlas, obtenidas (en aquel tiempo) en el Golfo Pérsico o en el Océano Indico. Con frecuencia tenían precios fabulosos y estaban fuera del alcance del poder comprador del promedio del miembro de la iglesia. A fin de obtener una perla de gran precio, un mercader tendría que vender todas sus posesiones (Mt. 13:46). Sin embargo, alguien que vivía en los tiempos de Pablo dijo: "He visto a Lolia Paulina (esposa del emperador Calígula) cubierta con esmeraldas y perlas que brillaban sobre su cabeza, cabello, oídos, cuello y dedos, con un valor superior al de un millón de dólares".
La mujer de fe no (o no debiera, por lo menos) anhelar vestidos costosos, por ejemplo un vestido caro y ostentoso. La túnica o manto usado por las damas se parecía a la toga del hombre. Sin embargo, era producto de una artesanía más fina y se caracterizaba por una ornamentación más rica, y una mayor variedad de colores.
El exhibicionismo vano de parte de la mujer era y es ofensivo a lo que es mejor en el gusto oriental. Lo que es más importante, también ofende al Creador. En una mujer que profesa ser creyente, esa búsqueda del culto a la belleza y el adorno personal es do-blemente impropia. Ofende al Creador y al Rendentor. Véase también Is. 3:16-24 y 1 P 3:3,,4. Aunque es siempre incorrecto, es más reprensible en una mujer que se está preparando para ir a la iglesia; porque el vestido ostentoso malamente cuadra con el corazón contrito y humillado, el corazón que agrada a Dios en el servicio de la Palabra y los sacramentos.
10"Quiero, pues, que... las mujeres se adornen... no con trencillas y oro, perlas o vestidos costosos, sino — como es propio de mujeres que profesan ser temerosas de Dios — (que se adornen) por medio de buenas obras”.
El adorno genuino de la mujer se logra por medio de la realización de buenas obras (cf. 1 Ti. 6:11,18; 2 Ti. 2:22; 3:17). La divina gracia da existencia al árbol de la fe en que se producen estas buenas obras como tantos otros frutos. Esa es la doctrina del apóstol tanto aquí en las Pastorales (Tit. 2:11-14; 3:4-8) como en otros lugares (Gá. 5:22-24; Ef. 2:10). Ahora bien, lo apropiado para la mujer es que se adorne por medio de buenas obras, por cuanto profesan ser temerosas de Dios. Literalmente, Pablo dice: "que profesan temor-de-Dios". El verbo traducido profesan tiene el sentido básico de transmitir un mensaje en voz alta, claramente; y de allí, proclamar. Dicha proclamación puede ser en la forma de una promesa o de una profesión; generalmente la primera (Mr. 4:11; Hch. 7:5; Ro. 4:21; Gá. 3:19; Tit. 1:2; Heb. 6:13; 10:23; 11:11; 12:26; Stg. 1:12; 2:5; 1 Jn. 2:25), pero aquí y en 1 Ti.6:21 se aplica el segundo sentido. El sustantivo traducido lit, temor de Dios (véase LXX: Gn. 20:11) no aparece en otro lugar en el N.T.; pero véase el adjetivo en Jn 9:31.
Toda la idea nos recuerda de inmediato 1 P 3:3,4: "Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios".

DEBE LA MUJER CRISTIANA CUIDAR SU FORMA DE VESTIR

“¿DEBE LA MUJER CRISTIANA CUIDAR SU FORMA DE VESTIR?

“Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón”
(Mateo 5:27-28)
A mediados de los años ochentas apareció un grupo de tres cantantes mexicanas denominado Flans. Como todos los grupos musicales su éxito fue muy efímero y pronto pasó. Sin embargo, causó revuelo entre la juventud con una canción titulada “No Controles” y se refería expresamente a la vestimenta y a que nadie tiene el derecho a controlar en la mujer su forma de vestir. La juventud de hoy se viste como le da la gana y enarbola la bandera de la libertad. Su lema es ¿Qué tiene que ver mi ropa? ¡A nadie debe importarle mi forma de vestir! ¡Cada cual es libre de vestirse como le plazca con tal de que se sienta cómodo! Pero, ¿Es esa filosofía aplicable también para la mujer cristiana? ¿Deben las hijas de Dios preocuparse por su forma de vestir?
¡Por supuesto que sí! La mujer creyente en Cristo, ya sea adulta o joven, debe buscar vestirse de tal manera que glorifique a Dios. La ropa que una mujer cristiana debe usar debe tener tres características según el apóstol Pablo dice: “Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos” (1 Timoteo 2:9).

1. La forma de vestir de una mujer cristiana debe ser con decoro. (1 Timoteo 2:9a).
Según el diccionario, decoro significa honor, respeto que se debe a una persona, recato,
circunspección, pureza, honestidad, decencia. Bien traduce la versión Reina Valera Revisada 1909:
“Asimismo también las mujeres, ataviándose en hábito honesto, con vergüenza y modestia...” Y la Versión Popular dice: “Y que las mujeres se vistan decentemente, con modestia y sencillez”. La ropa que use usted amada hermana, debe ser de tal forma que refleje su espiritualidad porque su vestimenta refleja una actitud aunque en el fondo usted no sea así. La Biblia nos enseña que Judá, el hijo de Jacob, confundió a su nuera Tamar con una ramera tan solo por su vestimenta: “Entonces se quitó ella los vestidos de su viudez, y se cubrió con un velo, y se arrebozó, y se puso a la entrada de Enaim junto al camino de Timnat... y la vio Judá y la tuvo por ramera...” (Génesis 38:15-16).
Esto nos confirma la gran verdad de que cada persona envía un mensaje a los demás con su tipo de vestido. Sí. Las vestiduras envían un mensaje.

“¿DEBE LA MUJER CRISTIANA CUIDAR SU FORMA DE VESTIR?”. MATEO 5:27-28… ¼

¿Cuál será el tipo de mensaje que usted envía a los demás con su forma de vestir? ¿Será positivo?
¿Será negativo?
Quizá, mis amadas hermanas, piensen que este mensaje es un ataque machista en despoblado. Pero no es así. Es la sincera preocupación de un pastor que observa como se incrementa la costumbre entre nuestras hermanas de vestir sin decoro, sin pudor, sin modestia, sin recato. Y no es un ataque, mucho menos una condena, pero lo cierto es que algunas damitas de nuestra congregación se visten con minifalda, o con vestidos con un escote muy revelador o una abertura muy pronunciada. Las jovencitas traen blusas sostenidas con apenas unos tirantes y pantalones muy ajustados que ahora se usan a la cadera, que de frente muestran el ombligo, y cuando se sientan por la parte de atrás se les ven los “principios”. Esa, queridas hermanas, señoritas, jovencitas, no es la manera de vestir de una mujer cristiana.

2. La forma de vestir de una mujer cristiana debe ser con pudor. (1 Timoteo 2:9b).
Es decir con castidad, moderación, reserva, vergüenza, dice el diccionario. Yo añadiría con santidad.
La santidad comprende dos cosas: Por un lado refleja lo que hay dentro de cada uno y por otro lado se refiere a la reacción que se provoca en los demás.
La forma de vestir no solo envía un mensaje a los que nos rodean, también habla de lo que verdaderamente hay en nuestro interior.
Si usted, amada hermana, se viste muy provocativa usted está diciendo lo que hay en su interior, en su corazón. Dios dice en su palabra que si una mujer se viste así es por soberbia, por orgullo, porque quiere llamar la atención sobre sí.
La mujer cristiana no debe vestirse de tal forma buscando que la vean. Déjenme escribir lo que dice la versión Nuevo Testamento Nueva Vida de Editorial Mundo Hispano: “Las mujeres cristianas no deben vestirse ni peinarse el cabello de tal modo que las mire la gente. No deben llevar mucho oro, perlas, ni ropa que cuesta mucho dinero. En lugar de ello, las mujeres cristianas deben distinguirse por sus buenas obras y su vida honesta” (1 Timoteo 2:9-10).
La hija de Dios debe vestirse con pudor, reflejando un buen testimonio en su vestidura.
Si una mujer se viste muy provocativa, si muestra parte de sus senos, parte de su espalda, parte de sus piernas, o deja entrever su sostén, lo único que logrará es que las personas del sexo opuesto la codicien y adulteren con ella en su corazón.
Nuestro Señor Jesucristo enseñó: “Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón” (Mateo 5:27-28).
Al meditar en los Diez Mandamientos, los primeros nueve se refieren a cosas que son evidentes delante de los hombres, pero el último trata de un pecado que solo Dios puede ver: La codicia. Si leemos el décimo mandamiento en la versión de Deuteronomio notaremos que lo primero que nuestro Dios nos prohíbe codiciar es a la mujer: “No codiciarás a la mujer de tu prójimo...”
(Deuteronomio 5:21).
Juan dice que los pecados pueden clasificarse en tres grandes grupos: “... los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida...” (1 Juan 2:16). Así que una buena parte de los pecados que el hombre comete es a través de los ojos.
Tiene mucha razón el apóstol Pedro cuando dice: “Tienen los ojos llenos de adulterio, no se sacian de pecar, seducen a las almas inconstantes, tienen el corazón habituado a la codicia, y son hijos de maldición” (2 Pedro 2:14).
Así que el vestir de toda cristiana debe ser de santidad. Que refleje la santidad que hay en ella y que invite a todos los demás a la santidad.

“¿DEBE LA MUJER CRISTIANA CUIDAR SU FORMA DE VESTIR?”. MATEO 5:27-28… 2/4
Es interesante observar que la amonestación del apóstol Pablo en 1 Timoteo 2:9 se refiere concretamente a la manera de vestir de la mujer en el culto, particularmente el culto de oración.
Notemos que él se dirige a las mujeres, quizá porque desde aquellos tiempos, las mujeres ya llamaban la atención de los hombres en el culto.
Este pasaje a Timoteo, parece sugerir que Pablo estaba preocupado por el desbordamiento emocional de las mujeres cristianas de esa generación. Habían sido liberadas de la esclavitud de tantas leyes judías, que ahora se estaban liberando incluso en su manera de vestir en el templo. Para el apóstol Pablo, el hecho de que las mujeres buscaran atraer la atención de los hombres hacia sus cuerpos reflejaba un problema de carácter tanto emocional como espiritual. Como que no iba de acuerdo la sencillez del evangelio con su manera de vestir. Timoteo, como pastor joven debía enseñar a su congregación que las mujeres en su forma de vestir deben reflejar su experiencia de fe en Jesucristo y esto se logra con una conducta respetable y santa y no andar a la moda.
Permítanme compartirles el pensamiento de varios eminentes comentaristas que tratan de interpretar el sentir de Pablo con relación a la forma de vestir de la mujer cristiana:
Adam Clark dice que Pablo quería evitar las extravagancias de aquellas mujeres que con poco decoro procuraban atraer la atención de los hombres en el culto.
Matthew Henry dice que la mujer debe presentarse en el culto de acuerdo a la piedad y al respeto que siente por Dios.
Collantes afirma que la mujer no debe desprestigiar su fe por su manera de vestir. Pablo no condena el adorno, sino lo que raya en la ostentación.
Barclay dice que el amor al vestir puede estorbar la adoración.
E. Earley se pronuncia en contra de vestir caro y llamativo, pues es evidencia de inmadurez espiritual. Para Pablo, la santidad, la modestia, el amor y las buenas obras son característicos de toda mujer cristiana.
Henry H. Halley considera que Pablo está amonestando la ostentación al vestir y la intención de la mujer de vestirse como el hombre.
Rayrie piensa que el vestido respetable y honesto refleja una vida llena de piedad.
Finalmente Bonnet es más duro en su apreciación porque considera que es escandaloso que una mujer se vista provocativamente si es que profesa la piedad. Quien busca atraer las miradas con el lujo y la moda, es esclava de la moda.
Esto es lo que piensan reconocidos teólogos, pero ¿Qué piensan los hombres dentro de las iglesias?
El pastor Jorge Clark Ramírez Garza de la I. B. Príncipe de Paz de Monterrey, N. L. hizo una encuesta entre treinta y cinco varones de diversas iglesias bautistas en esa ciudad. El 17% fueron jóvenes hasta 20 años; el 34% de 20 a 30 años; el 29% de 30 a 40 años y el 20% de más de 40 años de edad.
He aquí los resultados: (1) ¿Les inquieta ver a las hermanas con minifalda? El 77% sí; el 23% no. (2)

¿Les distrae ver a las hermanas con las piernas semidescubiertas frente a ustedes?

El 70% sí; el 30% no. (3) ¿Les distraen los escotes pronunciados de las hermanas? 77% sí; 23% no. (4) ¿Tienen problemas para disciplinarse al ver a las hermanas con pantalones muy ajustados? El 40% sí; el 60% no. (5) ¿Distrae la concentración en el culto el hecho de que las hermanas muestren sus piernas o sus escotes? El 88.5% sí; el 11.5% no. (6) Considera que la ropa ha sido diseñada para el gusto de:
68.5% los hombres; 31.5% las mujeres. (7) ¿Prefieren que las hermanas, tanto adultas como jóvenes se vistan con mayor recato en los cultos? El 94% sí; el 6% no opinaron. (8) ¿Han comentado este problema entre los miembros de su familia? 54% dijeron sí; el 23% dijeron no; y el otro 23% no contestaron.
Esto refleja que sí es un problema serio la forma de vestir de la mujer en el culto.



“¿DEBE LA MUJER CRISTIANA CUIDAR SU FORMA DE VESTIR?”. MATEO 5:27-28… 3/4

3. La forma de vestir de una mujer cristiana debe ser con modestia. (1 Timoteo2:9c)
La modestia es la virtud que nos impide hablar, pensar o actuar orgullosamente. Es la ausencia de la ostentación y el lujo.
Es interesante examinar nuestro versículo de 1 Timoteo 2:9 en todas las versiones de la Biblia y observar que todas contienen esta palabra: Modestia. La Reina Valera Revisada 1960, 1977 y 1995 y la Biblia de las Américas dicen: “Decorosa, con pudor y modestia”. La Nueva Versión Internacional dice: “Decorosamente con modestia y recato”. La Versión Moderna dice: “Modesto, con recato y sobriedad”. La Versión Reina Valera Revisada 1909 dice: Honesto, con vergüenza y modestia”. Y la Versión Popular Dios Habla Hoy dice: “Decentemente, con modestia y sencillez”.
En otras palabras el cristiano no debe buscar la vanagloria en su forma de vestir.
El cristiano debe evitar vestirse como lo hacen los demás en el mundo.
Nuestro Señor Jesucristo enseñó que los creyentes en ÉL somos luz, sal y levadura. Es decir, cosas que para influir en los demás necesitan penetrar. La luz debe penetrar en las tinieblas, la sal debe penetrar en los alimentos, la levadura debe penetrar en la masa para leudarla. Así los cristianos, deben penetrar en el mundo e influir en él. Pero si en lugar de ello, el mundo penetra en los cristianos y por consecuencia, en la iglesia, entonces estamos muy lejos de cumplir el propósito de nuestro Dios. Pero nosotros, como cristianos no debemos andar como el mundo, porque somos hijos de Dios, somos un pueblo especial para Dios.
Sigamos adelante en el progreso de nuestra espiritualidad como creyentes en Cristo. La santidad conviene a nuestras personas, y ésta no solo es interior, sino también exterior. La Palabra de Dios dice: “No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida, no provienen del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre” (1 Juan 2:15-17). Ojala usted tome la mejor decisión y se vista con ropa decorosa, con pudor y modestia, como conviene a los santos! ¡Así sea! ¡Amén!

PREGUNTA:
¿Cómo debe vestir, usar el cabello y arreglarse la mujer de hoy para estar conforme a la voluntad de Dios y ser de buen testimonio? Por cuestiones de ubicación laboral, he tenido que asistir a otra iglesia muy conservadora en esto y al parecer ellos esperan que yo cambie mi vestuario y arreglo. ¿Qué espera Dios de mí?

RESPUESTA:
Hay iglesias que han tomado un punto exagerado en cuanto a lo que el apóstol Pablo enseña en 2 Co.6:17-18, en referencia a la “separación del mundo” que Dios nos pide. Por ejemplo, el que fuma, toma, baila, y va al cine, etc., no puede ser convertido. Esto se llama “legalismo”, la imposición de ciertas reglas obligatorias para ser cristiano. Tales iglesias presentan un conflicto entre lo que es “gracia” y lo que es “ley”. El libro de Gálatas trata el tema. No nos salvamos por obedecer la ley, sino por la gracia que Dios nos ofrece en Jesucristo. No es lo que uno hace que le salva, sino lo que hizo Jesucristo por nosotros los pecadores (véase Ro. 5:20-21). Ahora, el creyente aprende a desprenderse de esas costumbres que son “mundanas”, por decir; pero lo que le salva es lo que hizo Cristo por él, nunca porque obedeció ciertas reglas humanas.
Es casi cierto que la iglesia “conservadora” a que usted asiste usa como base para su enseñanza sobre el atavío de la mujer, 1 Timoteo 2:9-10: Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos, sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad.
Para simplificar la respuesta, lo que voy hacer es enviarle el mejor comentario que he podido encontrar sobre estos textos. Creo que le será satisfactorio y le explicará claramente lo que Dios espera de usted. Si tiene alguna pregunta adicional, por favor escríbanos. Espero que la explicación dada le de descanso a su mente y alma.


I Timoteo 2:9
Igualmente, que las mujeres se adornen con traje adornado de modestia y buen juicio.
(Del libro Comentario al Nuevo Testamento: 1 y 2 Timoteo y Tito)

La palabra igualmente muestra que Pablo está continuando sus observaciones en relación con la conducta en el culto público. Así como los hombres deben hacer los preparativos necesarios, de modo que con corazón apercibido y sin disposición previa hacia el mal "vayan a la iglesia", capaces de levantar manos santas, así también las mujeres deben dar evidencia de si mismo espíritu de santidad, y deben mostrar esto cuando todavía están en casa, preparándose para asistir al culto.
Entonces, deben "adornarse con traje adornado". Para reproducir la aliteración del original habría que usar dos veces la palabra adorno. Reconocemos que la aliteración no siempre puede reproducirse sin cambiar el sentido del original. En este caso, sin embargo, podría retenerse en la traducción pero a fuerza de que parezca redundancia. Tales referencias son de poco valor cuando el adjetivo modifica un sustantivo que no se refiere a carácter sino a un "vestido". En este caso, el sentido más literal "adornado" se impone por sí mismo. Entonces las mujeres deben adornarse con traje adornado, esto es decoroso.

Por lo tanto, es claro que el apóstol no condena el deseo de muchachas y mujeres deseo puesto en sus almas por su Hacedor de adornarse, de ser "de buen gusto". Pero si el vestido de la mujer ha de ser verdaderamente tal cosa, debe expresar modestia y buen sentido. Por eso Pablo escribe: "con traje adornado con modestia y buen juicio". Modestia indica un sentido de vergüenza, temor de traspasar los límites de la decencia; por eso, reserva propia. La palabra siguiente, que hemos traducido buen juicio, significa literalmente pureza mental. Al vestirse para ir a la iglesia las mujeres deben poner en práctica el sentido común. Deben vestirse con un atavío sensato. No deben tratar de exhibirse, de "causar furor", usando ropa llamativa como para que las demás sientan envidia de ellas. Debieran adornarse, sin duda. No tienen que resistirse a la moda, salvo que una moda específica sea inmoral o indecente. No deben tener un aspecto pasado de moda, estrafalario o excéntrico. Deben recordar siempre que a veces el corazón orgulloso se esconde tras una máscara de pretendida modestia. Eso también es pecado. Hay que evitar cuidadosamente los extremos. Eso es lo que implica el "buen juicio". El vestido debe expresar la modestia interior y la sana perspectiva de la vida, la perspectiva cristiana. Aplicado a nuestro tiempo y era, esto significa que las famosas líneas de Pope deben ser consideradas con cuidado. Contienen materia de reflexión: No seas la primera en probar lo novedoso, ni la última en abandonar lo que es añoso.

Ahora bien, adornarse con vestido adornado de modestia y buen juicio significará que la mujer no se adornará con trencillas y oro, ni con perlas o vestidos costosos.
Pablo ha sido criticado severamente por estas palabras, como si no quisiera que los miembros del bello sexo tengan la mejor de las apariencias. Se ha señalado: "¡Pensar que aun se opone a las trencillas! ¿Qué tienen de malo?" Sin embargo, esas críticas son injustas totalmente. La misma combinación de la palabra "trencillas" con "oro o perlas o vestidos costosos" debiera bastar para informar al lector que el apóstol está pensando en el pecado de la extravagancia en el adorno exterior. En cuanto a las "trencillas", no es el sentido que bajo cualquiera y ante toda circunstancia las mujeres de todas las generaciones futuras están bajo la prohibición de usar el cabello trenzado. De ningún modo. Deben tenerse presentes los siguientes puntos:

a) Considerando el contexto (véase v. 10) Pablo quiere decir esto: La mujer cristiana debe comprender que su verdadero adorno no es de peluquería o joyería, o de un atavío espléndido o algo por el estilo, sino algo más, que el apóstol está por mencionar, a saber, el hacer buenas obras que son el fruto del carácter que ha sido transformado por el Espíritu Santo.
b) Pero, ¿qué de estas trencillas que eran populares en el mundo del tiempo de Pablo? No se fijaban en gastos para hacerlas deslumbrantes. Realmente resplandecían. Las trenzas se sostenían con peines de carey enjoyados, o por medio de broches de marfil o plata. O eran alfileres de bronce con sus cabezas enjoyadas, mientras más variados y caros, mejor. Las cabezas de los alfileres con frecuencia eran imágenes en miniatura (un animal, una mano humana, un ídolo, la figura femenina, etc.). En aquellos días, las trencillas con frecuencia costaban una fortuna. Eran un artículo de lujo. La mujer cristiana está ante la advertencia de no ceder a tales extravagancias.

Igualmente, la mujer que es creyente debe tratar de no hacerse notar mediante una vana exhibición de ornamentos de oro. Además, no deberá anhelar las perlas, obtenidas (en aquel tiempo) en el Golfo Pérsico o en el Océano Indico. Con frecuencia tenían precios fabulosos y estaban fuera del alcance del poder comprador del promedio del miembro de la iglesia. A fin de obtener una perla de gran precio, un mercader tendría que vender todas sus posesiones (Mt. 13:46). Sin embargo, alguien que vivía en los tiempos de Pablo dijo: "He visto a Lolia Paulina (esposa del emperador Calígula) cubierta con esmeraldas y perlas que brillaban sobre su cabeza, cabello, oídos, cuello y dedos, con un valor superior al de un millón de dólares".
La mujer de fe no (o no debiera, por lo menos) anhelar vestidos costosos, por ejemplo un vestido caro y ostentoso. La túnica o manto usado por las damas se parecía a la toga del hombre. Sin embargo, era producto de una artesanía más fina y se caracterizaba por una ornamentación más rica, y una mayor variedad de colores.
El exhibicionismo vano de parte de la mujer era y es ofensivo a lo que es mejor en el gusto oriental. Lo que es más importante, también ofende al Creador. En una mujer que profesa ser creyente, esa búsqueda del culto a la belleza y el adorno personal es do-blemente impropia. Ofende al Creador y al Rendentor. Véase también Is. 3:16-24 y 1 P 3:3,,4. Aunque es siempre incorrecto, es más reprensible en una mujer que se está preparando para ir a la iglesia; porque el vestido ostentoso malamente cuadra con el corazón contrito y humillado, el corazón que agrada a Dios en el servicio de la Palabra y los sacramentos.
10"Quiero, pues, que... las mujeres se adornen... no con trencillas y oro, perlas o vestidos costosos, sino — como es propio de mujeres que profesan ser temerosas de Dios — (que se adornen) por medio de buenas obras”.
El adorno genuino de la mujer se logra por medio de la realización de buenas obras (cf. 1 Ti. 6:11,18; 2 Ti. 2:22; 3:17). La divina gracia da existencia al árbol de la fe en que se producen estas buenas obras como tantos otros frutos. Esa es la doctrina del apóstol tanto aquí en las Pastorales (Tit. 2:11-14; 3:4-8) como en otros lugares (Gá. 5:22-24; Ef. 2:10). Ahora bien, lo apropiado para la mujer es que se adorne por medio de buenas obras, por cuanto profesan ser temerosas de Dios. Literalmente, Pablo dice: "que profesan temor-de-Dios". El verbo traducido profesan tiene el sentido básico de transmitir un mensaje en voz alta, claramente; y de allí, proclamar. Dicha proclamación puede ser en la forma de una promesa o de una profesión; generalmente la primera (Mr. 4:11; Hch. 7:5; Ro. 4:21; Gá. 3:19; Tit. 1:2; Heb. 6:13; 10:23; 11:11; 12:26; Stg. 1:12; 2:5; 1 Jn. 2:25), pero aquí y en 1 Ti.6:21 se aplica el segundo sentido. El sustantivo traducido lit, temor de Dios (véase LXX: Gn. 20:11) no aparece en otro lugar en el N.T.; pero véase el adjetivo en Jn 9:31.
Toda la idea nos recuerda de inmediato 1 P 3:3,4: "Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios".

martes, 3 de febrero de 2009

EL DIEZMO


¿ESTA VIGENTE? o ¿FUE ABOLIDO?


Amigo lector, ¿asiste usted a una iglesia que exige el diezmo?, ¿pide su pastor o líder el 10% de su salario? Si es así le instamos a la lectura de este boletín donde trataremos de ver, a la luz de la Biblia, si el diezmo que hoy se pide, concuerda realmente con el que figura en las Escrituras.Déjeme hacerle también otras preguntas, sabe usted ¿si en la actualidad Dios demanda que debemos diezmar, ó ya fue abolido?, ¿para quién era la obligación de diezmar para el pueblo de Israel o para la iglesia cristiana? y por último, ¿el diezmo que hoy se exige es el que fue establecido por Dios? ó ¿no tiene nada que ver con lo que dice la Biblia?Hay muchas personas que tienen diferentes puntos de vista referente al diezmo, unos dicen que SI que esta vigente todavía, y otros dicen que NO, que fue abolido. ¿Quién tiene la razón?. Es por esto que queremos compartir con usted el siguiente estudio sobre el tema en cuestión, queremos exponerle lo que realmente dice la Biblia al respecto. Lo vamos a tratar usando el formato de preguntas y respuestas, pero antes lo alentamos a que tome su Biblia y compruebe cada pasaje aquí citado corroborándolo por usted mismo. La Biblia que hemos utilizado en la confección de este estudio es la versión Reina-Valera 1960.

1. ¿Qué significa la palabra "diezmo"?

La décima parte.
2. ¿Dónde menciona la Biblia por primera vez los diezmos?

En Génesis 14:20. Abraham dio "los diezmos de todo" a Melquisedec, rey y sacerdote de Salem. Se alude a este suceso en Hebreos 7:1-11 donde Melquisedec es presentado como tipo de Cristo.


3. ¿En que consistían los diezmos entregados por Abraham a Melquisedec?

Eran "del botín" (Hebreos 7:4), es decir, de los bienes materiales rescatados por Abraham cuando derrotó a los reyes del oriente (Génesis 14: 1-20).


4. Antes del tiempo de Moisés, ¿hay otros ejemplos de quienes diezmaban?

Sólo Jacob quien hizo voto de apartar el diezmo de todo con tal que el viaje que estaba realizando tuviera un desenlace feliz (Génesis 28:20-22).


5. ¿Diezmaban todos los patriarcas desde Adán hasta Moisés?

No hay ninguna evidencia bíblica de que lo hicieran. Durante la era patriarcal, no había un sacerdocio especial que necesitara sostenimiento tal como el sacerdocio levítico de la era mosaica. Se deduce que no hacía falta que se dieran de continuo los diezmos durante la edad patriarcal.


6. ¿Cuál es la terminología de la ley sobre los diezmos que recibió el pueblo de Israel cuando fue dado el Antiguo Testamento?

"Indefectiblemente diezmaras... cada año" (Deuteronomio 14:22)


7. ¿Con que frecuencia tenían que diezmar? "Cada año" (Deuteronomio 14:22). ¡Una sola vez al año!. No cada mes, ¡sino una sola vez al año!. Coincide esta ley con la práctica de exigir el diezmo “cada mes”


8. ¿De cuales cosas tenían que diezmar los israelitas?

- "De todo el producto del grano" (Deuteronomio 14:22) - "De... vino y de... aceite" (Deuteronomio 14:23) - "De la simiente de la tierra como del fruto de los árboles" (Levítico 27:30) - "De vacas... de ovejas, de todo lo que pasa bajo la vara", es decir, que fueran contados al salir a los pastos (Levítico 27:32)


9. ¿Diezmaban los israelitas de su dinero?

Ningún pasaje del Antiguo Testamento enseña el diezmo del dinero. Según Lucas 18:12, el fariseo que oraba jactándose dijo: "Doy diezmos de todo lo que gano". Quizás impliquen sus palabras que diezmara del dinero. Con todo, claramente las leyes del Antiguo Testamento sobre el diezmo especificaban lo que servía para la alimentación de los sacerdotes levíticos.


10. Si los israelitas querían "rescatar algo del diezmo", o sea, retener una porción del diezmo de los productos del campo o del ganado, ¿qué debían hacer?.Calcular su valor, luego añadir por encima de su precio justo "la quinta parte de dicho precio" (Levítico 27:31).


11. ¿Qué debían hacer los israelitas con los diezmos?

"Y comerás delante de... tu Dios en el lugar que él escogiere... el diezmo de tu grano..." (Deuteronomio 14:23). Los primeros dos años comían los israelitas sus diezmos. El tercer año, y de ahí en adelante "cada tres años", entregaban "todo el diezmo... de aquel año" a los levitas (la tribu sacerdotal de Israel), a los extranjeros, al huérfano y a la viuda (Deuteronomio 14:28,29)


12. ¿Quiere decir que no todos los diezmos fueron dados a los levitas?

En Deuteronomio 14:22-29 y 26:12 se enseña que los levitas recibían todos los diezmos sólo del "año tercero". Según Deuteronomio 12:17-18, para los demás años los levitas comían los diezmos junta-mente con los que los daban, partí-cipando de ellos también los hijos y los siervos de los israelitas.Los lideres religiosos de hoy que piden los diezmos, ¿los piden cada tres años? ó, ¿los piden cada mes?. ¿Comparten los diezmos con el extranjero, el huérfano y la viuda como dice la Biblia? ó, ¿los utilizan exclusivamente para su propio beneficio? Es bien sabido que muchos líderes religiosos se enriquecen en base a los muchos diezmos que reciben.


13. Dice Números 18:21 que Dios dio "a los hijos de Leví todos los diezmos". ¿Contradice este texto a los dos pasajes de Deuteronomio citados anteriormente?No. Es preciso interpretar Números 18:21 a la luz de Deuteronomio 14:23 y 26:12. Los levitas recibían los diezmos de cada tercer año como heredad.


14. ¿Por qué debía comer el israelita sus diezmos de los dos primeros años?

"Para que aprendas a temer a Jehová todos los días" (Deuteronomio 4:23)


15. ¿Dónde debía comer el israelita sus diezmos?

"Delante de Jehová" (Deuteronomio 14:26) y sólo en el lugar que él escogiere (Deuteronomio 14:23). Se deduce que comerlos era un acto sagrado.


16. De encontrarse algunos israelitas tan lejos del lugar escogido por Jehová para comer los diezmos que no pudieran llevar la décima parte del grano y del ganado, ¿qué debían hacer?

Vender los diezmos, guardar el dinero, llegar al lugar señalado y comprar "cualquier cosa" que desearan comer (Deuteronomio 14:24-26). Es notable que estos israelitas no cumplieran con su deber entregándoles a los sacerdotes dinero. ¡Debían comprar comestibles, y comérselos ellos mismos!¿Dónde comen sus diezmos los que hoy por hoy diezman? En primer lugar, no diezman de las cosechas y del ganado sino del dinero. En segundo lugar, no guardan ningunas de estas leyes del Antiguo Testamento referente al uso de los diezmos. Si hay que diezmar hoy día, cabe preguntar: ¿Porqué no hacerlo tal como fue hecho durante la era mosaica con el mismo propósito y de la misma manera?


17. ¿Dónde se guardaban los diezmos que fueron apartados cada tres años para el levita, el extranjero, el huérfano y la viuda?

En los ejidos de las ciudades de Israel (Deuteronomio 14:28; Nehemías 12:44). De ahí o fueron repartidos directamente entre los que tenían derecho de recibirlos (Deuteronomio 26:12) o fueron llevados alma-cenados en las cámaras del templo en Jerusalén (2 Crónica 31:4-13; Nehemías 12:44; 13:12). Los mayordomos nombrados sobre los almacenes repartían los diezmos entre sus hermanos (2 Crónicas 31:11-13; Nehemías 13:12,13).


18. ¿Qué quiere decir "alfolí" en Malaquías 3:10 donde exhorta Dios: traed todos los diezmos al alfolí"?

El "alfolí" era un granero o almacén donde los judíos guardaban los diezmos. Desde luego, hacía falta un almacén para guardar el diezmo de los productos del campo y del ganado, ¡pero no para dinero!.El "alfolí" moderno, ¿qué es?. Pues las cosas cambian o las cambian a su gusto los religiosos. Hoy el "alfolí" ¡es el bolsillo del pastor o la cuenta de la iglesia!


19. ¿Por qué nombro Dios a los levitas como recipientes de los diezmos de cada tres años?

Porque Dios mismo había seleccionado a la tribu de Leví para que se dedicaran los varones cualificados al servicio del tabernáculo (Números 13:1-4). "Por su ministerio, por cuanto ellos sirven en el ministerio del tabernáculo de reunión" (Números 13:21), no recibieron heredad (o sea, una porción de la tierra prometida) en los demás israelitas. Los diezmos eran efectivamente su heredad (Números 18:20-24).Y los que hoy día piden diezmos, ¿pertenecen a la tribu de Leví? Si no, ¿con que derecho piden los diezmos?


20. Además de los diezmos de cada tres años, ¿contaban los levitas con algo más?Con "la ofrenda de las cosas santas"; - "Todo presente"; - "Toda expiación"; La "ofrenda elevada"; - Las "ofrendas mecidas"; - Las primicias "de todas las cosas de la tierra"; -"Lo consagrado por voto"; y los primogénitos de todos los animales con la excepción de los que tenían que ser redimidos (Números: 18:8,19)Y los que en la actualidad dicen a todo pulmón que hay que diezmar, ¿por qué no piden también las expiaciones, las ofrendas elevadas, las ofrendas mecidas, etcétera. Si tienen derecho de vivir de los diezmos, también tendrán derecho de las otras fuentes de sostén que autorizo Dios para los levitas. Si "la ofrenda elevada", "las ofrendas mecidas", etc. fueron abolidas, ¡también fueron abolidos los diezmos!


21. ¿Debían diezmar los levitas?

Si, tenían que hacerlo. "Presentareis el diezmo de los diezmos", les dijo Dios (Núm. 18:26-32)


22. En Malaquías 3:10 Dios dice: "Traed todos los diezmos al alfolí". ¿Es correcto exhortarle a la iglesia a diezmar usando dicho texto como prueba?

Definitivamente no. Malaquías 3:10 pertenece al Antiguo Testamento. El Antiguo Testamento ha sido abrogado (Hebreos 7:18-19), quitado de en medio y clavado en la cruz (Colosenses 2:14-16). Los diezmos de Malaquías 3:10 tenían que ser de los productos del campo y del ganando. Obsérvese la frase en el pasaje: "Y haya alimento en mi casa". ¡Alimento, dinero no!. El "alfolí" era un almacén; la "casa" era el templo en Jerusalén.


23. Según Mateo 23:23, Cristo, al decir "sin dejar de hacer aquello", respaldó la practica de diezmar, en efecto mandando a los judíos de su tiempo a diezmar. ¿Debemos, por lo tanto, diezmar también porque el mismo Señor enseño el diezmo?

La respuesta es que no, por la sencilla razón de que Cristo vivió y murió bajo el Antiguo Testamento (Gálatas 4:4), no entrando en vigor el Nuevo Testamento hasta diez días después de la ascensión (Hechos 1 y 2; Hebreos 9:14-17). Es de esperarse que el Señor enseñara la ley del diezmo, ya que el vino a cumplir toda la ley antigua. Una vez cumplida, fue quitada, efectuando Dios mismo el "cambio de ley" correspondiente (Hebreos 7:12) y entrando en vigor el Nuevo testamento establecido sobre mejores promesas" (Hebreos 8:8-13). Se encuentran en este Nuevo Pacto las leyes de fe y practica para la iglesia, no en el Antiguo.


24. ¿Se nombran los diezmos en el Nuevo Testamento después de que dicho pacto entrara en vigor?

Sólo en Hebreos 7:1-14. El propósito de este texto no es enseñar a la iglesia a diezmar sino probar que el sacerdocio de Melquisedec es superior al sacerdocio levítico.


25. Hebreos 7:8 dice: "Y aquí ciertamente reciben los diezmos hombres mortales". ¿Quiere decir que en la iglesia del primer siglo hubo hermanos que recibían los diezmos?

No. Es verdad que el verbo "reciben" indica tiempo presente. ¡Por qué se expreso así el autor de Hebreos?. Porque cuando escribió el libro, el templo judío todavía existía en Jerusalén y los levitas seguían recibiendo los diezmos del pueblo, pues la gran mayoría de los judíos, inclusive los levitas, no habían aceptado a Cristo como el Mesías ni creían que el Antiguo Testamento hubiera llegado a su fin.


26. Melquisedec era tipo de Cristo y Abraham es el padre de todos los que andamos por fe. Si Abraham dio diezmos a Melquisedec, ¿no nos enseña esto que nosotros que somos hijos de Abraham debemos dar a Cristo, el antitipo de Melquisedec, los diezmos?

El Espíritu Santo no nos presenta este argumento a favor de los diezmos en la iglesia. Dado el contexto, bien pudiera haber desarrollado tal argumento en Hebreos 7, pero no lo hizo. Ahora bien, Abraham es padre de la fe (Gálatas 3:7) para los que obedecemos los preceptos del Nuevo Testamento, pero no por eso nos vemos obligados a edificar altares y sacrificar animales porque él lo hiciera, ¡ni a diezmar porque el diezmó!


27. ¿Diezmaban los miembros de la iglesia primitiva?

No. No recibieron mandamiento alguno que los obligara a diezmar. En el Nuevo Testamento, ¡no hay ni siquiera un solo ejemplo de algún hermano o iglesia que diezmara!. ¡Ni uno!. ¿Adónde habrían llevado los diezmos? ¡La iglesia no tenía almacenes! (alfolí). ¡La iglesia ya libre del Antiguo Testamento, no tenía que sostener al sacerdocio levítico! Cristo no estableció en su iglesia un sacerdocio especial que los miembros tuvieran que sostener mediante diezmos sino hizo a todos los miembros "reyes y sacerdotes" (1 Pedro 2:4-10; Apocalipsis 1:6).


28. ¿No había sacerdotes en la iglesia primitiva?

Sacerdote tal como los de Leví no los había. Tenga presente el hecho de que el sacerdocio fue cambiado (Hebreos 7:12). Bajo el Nuevo Testamento, Cristo es el sumo sacerdote (Hebreos 4:14-16) y todo miembro fiel de la iglesia es constituido sacerdote "para ofrecer sacrificios espirituales" (1 Pedro 2:4-10). Sacerdotes que sacrificaban, intercedían y celebraban culto por los creyentes no los había en la iglesia establecida por Cristo, ¡ni los hay en la actualidad en la verdadera iglesia del señor!


29. Entonces, ¿qué clase de líderes había en la iglesia?

Además de los apóstoles, había ministros o evangelistas (2 Corintios 3:6) y en cada congregación local ancianos, o sea obispos y diáconos (Filipenses 1:1; Hechos 14:23)


30. En 1 Corintios 9:9, Pablo cita "la ley de Moisés" donde "esta escrito: No pondrás bozal al buey que trilla". ¿Implica su argumento que la ley de Moisés aún esta en vigor y que los cristianos debemos apartar el diezmo para sostener a los evangelistas y a los obispos?

De ninguna manera. Citar la ley de Moisés no quiere decir que dicha ley aún este vigente. Lo único que significa es que la parte citada apoya la enseñanza que se quiere presentar sin contradecir doctrina alguna del Nuevo Testamento. El mandamiento no "No pondrás bozal al buey que trilla" (Deuteronomio 25:4) nada tuvo que ver con los diezmos. ¡Los bueyes no se comían los diezmos! ¡Ni tampoco viven de los diezmos de los obreros de la iglesia!


31. En 1 Corintios 9:13 escribe Pablo: "Los que trabajan en las cosas sagradas, comen del templo". ¿No es esta una referencia a los diezmos? .Es posible que sí. Quizás se trate de los sacerdotes levíticos que comían de los diezmos traídos al templo judío en Jerusalén. Es preciso tener presente el hecho de que el templo judío aún existía en Jerusalén cuando fue escrito 1de Corintios y que los levitas seguían oficiando en él. Estos levitas no aceptaron a Cristo como el Mesías vivían en parte de los diezmos. Su ejemplo es uno de entre varios traídos por Pablo para probar que los ministros de la iglesia igual tienen derecho a recibir sostén. Otros ejemplos son: "¿Quién fue jamás soldado a sus propias expensas? ¡Quien planta viña y no come de su fruto? (1 Corintios 9:7). Referirse al ejemplo de los levitas no significa ni por implicación que la iglesia debe apartar el diezmo para sostener a los obreros espirituales del Reino de Dios.


32. Si los diezmos fueron abolidos cuando fue clavado el Antiguo testamento en la cruz, ¿cómo se sostienen bíblicamente los ministros del Nuevo Pacto?

Mediante las ofrendas voluntarias apartadas cada domingo por los cristianos. La regla del Nuevo Testamento es: "Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado" (1Corintios 16:2) "Cada primer día" (Todos los domingos. No los sábados ni los demás días, sino los domingos). "cada uno"... (Todos y cada uno, no unos pocos) ..."ponga aparte algo" (NO el diezmo, sino algo. Compárese 2 Corintios 8:1-12; 9:7,8). Los fondos así recaudados pueden ser usados para socorrer a los necesitados (Romanos 15:26) y para suplir las necesidades de los ministros del reino (Filipenses 4:10-20)Además, los cristianos estaban en el deber de brindarle hospedaje a los ministros de la Palabra, cooperando con ellos y encaminándolos para que continuaran sus viajes evangélisticos (3 Juan 5-8; Hechos 6:14-15; 18:1-3,7). Así debe proceder la iglesia en la actualidad. Cuando Cristo envió a los doce y luego a los setenta, no los instruyó a cobrar diezmos sino a quedarse en los hogares de los justos y a comer lo que les pusieran delante (Mateo 10:5-15; Lucas 10:1-12).


33. ¿En que consistían las ofrendas dadas cada domingo por los miembros de la iglesia primitiva?

Los factores circunstanciales indican que consistían principalmente de dinero. La iglesia no contaba con un alfolí (granero) central. No es concebible que Pablo y los pocos obreros que andaban con él en la misión de llevar las ofrendas de Macedonia y Acaya a Judea cargaran muchos víveres, ganado, etcétera. Obviamente, las ofrendas que llevaban eran de dinero (2 Corintios 8 y 9). Las dádivas enviadas por los Filipenses a Pablo por un solo hombre (Epafrodito) eran, sin duda, de dinero (Filipenses 2:25-30; 4:10-20). En cambio, los diezmos dados por Israel eran de granos, aceite, ganado, etc.


34. ¿Puede el cristiano robar a Dios?Desde luego que si. ¿Lo hace si no diezma? No. No tiene que diezmar. Lo haría si no diera generosamente según hubiera prosperado.


35. Si los diezmos han sido abolidos y vivimos bajo el Nuevo testamento, ¿por qué tantos pastores, evangelistas y obispos enseñan que el pueblo de Dios de hoy debe diezmar?

.O desconocen las verdades presentadas en este estudio o con avaricia hacen mercadería de los creyentes (2 Pedro 2:1-3 “Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina. Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado, y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas. Sobre los tales ya de largo tiempo la condenación no se tarda, y su perdición no se duerme”. ). Los que alegan haber recibido revelaciones y sueños según los cuales deben los cristianos diezmar obviamente son guiados por "un poder engañoso" (2 Tesalonicenses 2:11-12), ya que el verdadero Espíritu Santo enseña las reglas del Nuevo Testamento.


36. ¿Es aprobada la practica de vender en las iglesias pasteles, budines, jugos, refrescos, frituras y revistas?

.Definitivamente que no. Cristo condeno enérgicamente la mercadería practicada en el templo (Juan 2:13-22). ¿Cómo podemos pensar que la aprobara en la iglesia? De hecho, la condena tajantemente (2 Pedro 2:1-3; Romanos 16:18; 1 Timoteo 6:3-5).Amigo lector, esto es lo que dice la Biblia con respecto a los diezmos, ¡fueron abolidos!¡cesaron!, Dios “hoy” no los exige, los que nos pide es la ofrenda voluntaria. Si usted esta asistiendo a una iglesia que exige diezmos y hace mercadería del evangelio, quiero que sepa que Dios no se agrada de los que por la antigua ley se justifican. Dice que han caído de la gracia, que se han desligado de Cristo (Gálatas5:1-4). Ni se complace de los que hacen de su iglesia casa de mercadeo, además de ser culto vano. Tal vez sea chocante lo que le hemos compartido, pero es la verdad, debemos hablar donde la Biblia habla y callar donde esta calla, no debemos agregar ni quitar a lo que esta escrito, y debemos obedecer nos guste o no. Jesús dijo:”y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” (Juan 8:32)



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